jueves, 8 de marzo de 2007

«T“J”ER»: NUEVE AÑOS DE PEDAGOGÍA LIBERTARIA





Por: Claudia Arevalo



Próximo a cumplir nueve años de ardua labor el Taller de “J”ormación Estudiantil Raíces (T“J”ER), continúa trabajando en las universidades públicas del Distrito Capital en la transmisión y generación de conocimientos. Para el segundo semestre de este año tienen programado el 1º Seminario de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología, que se llevará a cabo en la Universidad Distrital, sede Macarena A. Además, preparan un seminario sobre Heidegger y Hanna Arent. Así esperan continuar incentivando el debate y la reflexión.

Conversamos con Javier Díaz, uno de los coordinadores de este colectivo estudiantil para conocer más acerca de su historia, de los aciertos y dificultades que se le han presentado a lo largo de estos nueve años de trabajo e igualmente, informarnos sobre los proyectos del grupo.

Claudia Arevalo. ¿Cómo surge «T“J”ER»?
Javier Díaz
. Esta iniciativa nace en 1997 en la Universidad Pedagógica Nacional, con el propósito de llenar los vacíos que había en ese momento y que aún hay en la academia ante la ausencia del pensamiento social y latinoamericano. Debemos tener en cuenta el contexto en el que se estaba desarrollando la nueva proyección de los currículos académicos. Nadie quería comprometerse con este tipo de pensamiento y mucho menos hablar de pensadores sociales latinoamericanos. Ante esta situación, un grupo de compañeros de los primeros semestres de ciencias sociales nos dimos a la tarea de rescatar estos dos elementos fundamentales. Nos encontramos entonces ante un dilema: ¿Peleamos por cambiar el currículo? o ¿utilizamos otros espacios y otras medios menos traumáticos, menos desgastantes en el proceso académico?. Y hallamos en la academia no formal, una herramienta válida e importante para poder llenar de algún modo estos vacíos de carácter curricular y generar así las inquietudes para que posteriormente el currículo fuera más flexible e incluyente.

CA. ¿Por qué motivo emplean el barbarismo “Jormación” en el nombre del colectivo?
JD.
Cuando la formación que hemos tenido ha degenerado en deformación, en toda esta barbarie, utilizamos un barbarismo y jugamos a “jormar” porque planteamos que tiene que darse otro tipo de formación. “Jormar” funciona como una agresión verbal, pero más que eso es un llamado de atención, un grito de inconformidad, es un símbolo de rebeldía.

CA. ¿Cómo se llevaron a cabo esos primeros intentos de «T“J”ER», ¿Qué personas les colaboraron en el proyecto?
JD.
Fue muy difícil. El apoyo en un comienzo fue incipiente, contábamos con pocos recursos. Muchos de los seminarios no se grabaron y otros están en pésimas condiciones, todo ello por la falta de equipos. En esas circunstancias tuvimos y aún hoy, tenemos que ser ingeniosos, por eso vivimos en una dinámica de rebusque constante. Hemos acudido a vender separadores de libros, que en un comienzo nosotros mismos elaborábamos a mano con cartulina grabando frases de pensadores latinoamericanos y que vendíamos en las universidades de Bogotá, además de, libros y otros objetos. Pedíamos colaboraciones voluntarias en las aulas para poder recoger dinero y pagar la publicidad inicial. que fueron los típicos carteles de muerto, de una sola tinta en papel periódico que anunciaban el 1º Seminario sobre el Pensamiento de Ernesto “Che” Guevara, cuando se conmemoraba el 30 aniversario de su muerte.
El momento escogido generó un ambiente favorable. Ante el escepticismo reinante y la desilusión que produjo la caída de la Unión Soviética era extraño escuchar a un grupo de estudiantes promover desde la academia, de una manera metódica, analítica el estudio, la reivindicación, del pensamiento social latinoamericano. La gente estaba desencantada y no había capacidad de convocatoria. Era un reto romper con la apatía generalizada. Sostuvimos la asistencia de unas doscientas personas durante las diez jornadas que del seminario, y el 8 de octubre llegamos al clímax al tener un lleno total, desbordante en el auditorio convirtiéndose en un hito en la Universidad Pedagógica.
Este acontecimiento fue un estimulo gigantesco, nos dimos cuenta que la esperanza se mantenía, que la gente no rechazaba esta propuesta sino que necesitaba sentirse acompañada y saber que el espacio se abría. La Universidad Pedagógica empezó a apoyar con algo de publicidad, con uno o tres ponentes. Cuando surgían inconvenientes rebuscábamos por nuestros propios medios, con una mística que pocas veces se ve en estas actividades porquen nadie trabaja si no le pagan, nosotros estamos rompiendo con esta concepción. No hay que trabajar por una retribución económica, ni por vanidades simples, sino por un compromiso directo con la comunidad de carácter revolucionario. Actualmente, trabajamos en la Universidad Distrital y recibimos apoyo con las publicaciones y los ponentes. Ahora existe un mayor respaldo y ésto es fruto de nueve años de esfuerzo y dedicación.

CA. ¿Qué otro tipo de dificultades además de las económicas se presentan a la hora de llevar a cabo los seminarios?
JD.
Tal vez el obstáculo más frecuente contra el que nos hemos estrellado es la vanidad de los intelectuales. Si bien es cierto que muchos nos han colaborado incondicionalmente existen sectores que, aparentemente están comprometidos con causas sociales pero a la hora de la verdad están inmersos en la dinámica del mercado y si no se les paga no participan. Además, entran en rivalidades de carácter académico, celos y disputas, intelectuales que impiden el debate, elemento indispensable que nosotros hemos buscado propiciar.
Hemos invitado a sectores disidentes del discurso social como el gubernamental, el discurso de la derecha (si es que a esto se puede llamar discurso social), los hemos llamado para que expongan sus puntos de vista pero sus representantes no llegan. La derecha le tiene miedo al debate. La derecha impone su pensamiento por otros medios. Otra dificultad es que no hemos podido romper con la denominada pedagogía bancaria, lograr que el auditorio se apropie del escenario se sumerja en un debate amplio no sólo como agentes pasivos sino como agentes discursivos y dinámicos que nos permita construir a partir de múltiples saberes, pero hacia allá apuntamos. Cabe resaltar que la entrada a los seminarios es libre y gratuita porque estamos en defensa de la universidad pública y ayudamos a construir educación popular.

CA. Desde esa óptica ¿Que opinión tienen de la reforma universitaria que se ha venido ejecutando?
JD.
Para evitar una respuesta Light o demasiado resumida a su pregunta, podemos plantear lo siguiente. Existen tres escenarios de la educación pública en el mundo. El de la universidad privatizada en el marco de la falsa globalización de corte neoliberal, imperialista que obviamente es una negación absoluta al acceso de la población al conocimiento. El escenario de la universidad pública, que es el que nosotros defendemos pero que ha venido deteriorándose con el tiempo.
Es paradójico que hoy defendamos lo que hasta hace algunos años nos parecía nefasto para la universidad como lo es la ley 30. Esto ocurre porque lo que se impone ahora es más terrible. Hay un deterioro de la calidad y a lo que se apunta es a privatizar la universidad. El tercer escenario es el ideal, es el revolucionario, es el escenario de André Gorss, el de mayo del 68 es la muerte de la universidad la muerte de la escuela, eliminar la escuela para que renazca la educación popular. «T“J”ER» es un proyecto de la izquierda revolucionaria y desde allí defendemos la educación pública pero propugnamos por la creación de un nuevo modelo educativo y eso no está en los cánones de la educación burguesa, porque tal y como allí está no es más que la reproducción del sistema dominante.

CA. ¿Qué proyectos vienen?
JD.
Para el próximo año los invitamos al seminario de Chiapas a Chávez, ¿Trasformaciones reales o sofismas de distracción? que esperamos realizar en la Universidad Distrital, Sede Macarena A, también allí mismo un seminario sobre filosofía política: entre el nazismo y el sionismo que se realizará a propósito del centenario de Hanna Arent, y el 30 aniversario de la muerte de Martin Heidegger; de Makarenko a Vigoski . Este es un proyecto muy amplio de pedagogía crítica y pensamiento social. El próximo año esperamos conmemorar el 10 aniversario de la muerte de Paulo Freire y el 10 aniversario de «T“J”ER» y paralelo a ello consolidar el Proyecto Editorial Raíces.



Esta entrevista fue realizada en Octubre de 2006. Desconocemos si, ante la actual crisis de la Universidad Distrital, los seminarios podrán llevarse a cabo.