viernes, 4 de junio de 2010

ESTUDIANTE CAÍDO MÁS NO VENCIDO


Por: Natalia Moreno

Se ha querido destruir el saber por medio de fuerzas oscuras con nombre propio pero oculto, más sin embargo para acabar con el saber tendría que dejar de existir la vida.
Desde la historia, la geografía, la literatura y la ciencia el estudiante ha ampliado el espectro del conocimiento en aras de una sociedad más humana y más amable, denunciando a viva voz la existencia de las desigualdades sociales y que para vivir con dignidad se necesita de construir un mundo con justicia social.
En Colombia, ocho y nueve de junio se conmemora el día del estudiante revolucionario o estudiante caído a causa del asesinato de varios estudiantes de la Universidad Nacional quienes en su momento alzaron su voz de protesta en contra de hechos de corrupción de los gobiernos de turno y en exigencia de garantías y libertades para la educación superior en nuestro país
El primer hecho se registro entre los días 8 y 9 de junio del año 1929, cuando fue asesinado el primer estudiante Gonzalo Bravo a manos del ejército, dentro de una protesta que se hacía por la masacre de las bananeras; y el segundo hecho se genero veinticinco años después en las instalaciones de la universidad nacional en donde fue ultimado Uriel Gutiérrez estudiante de medicina a manos del ejercito. Igualmente hay que aclarar y recordar que en ese entonces se encontraba la dictadura de Rojas Pinilla. Abuelo del hoy alcalde de Bogotá.
Es paradójico que hoy se este vociferando ante los medios masivos de comunicación el respeto a la libertad de pensamiento y la existencia de una democracia cuando la realidad es que se esta asesinando, desapareciendo, exiliando o deteniendo de forma arbitraria por culpa de la supuesta seguridad democrática que ni es lo uno ni lo otro y por el contario le esta dejando mayor destrucción a un país que lleva cincuenta años de conflicto.
Todo esto me remonta un fragmento de una canción de Violeta Parra que dice: “¡Que vivan los estudiantes que rugen como los vientos cuando les meten al oído
sotanas o regimientos. Pajarillos libertarios, igual que los elementos. Caramba y zamba la cosa ¡vivan los experimentos!” que vivan hoy y siempre porque desde el saber forman resistencia ante las balas asesinas y la represión y llevan a cuestas la bandera de la libertad por un pensamiento crítico que busca la no estigmatización.
¿Seguirán habiendo estudiantes caídos? Con rabia y dolor lo tendré que decir, si, como los caídos en estos ocho años de gobierno pero a su vez estos caídos se están levantando en las almas de otros que al igual a los que murieron no se sienten vencidos y no quieren desistir hasta ver por fin un mundo donde sea para todos y no para unos pocos.